jueves, 21 de octubre de 2010

Males de Altura

Desde que Machu Picchu fue elegida como una delas siete nuevas maravillas del mundo en el 2007, el Cusco ha recibido mayor visita de turista como también mayores inversiones extranjeras. Sin embargo los negocios en la Ciudad Imperial se ven realmente afectados por los conflictos sociales lo cual puede complicar seriamente el clima de inversiones.

Además estas paralizaciones también afectan bastante al sectro turismo y a los exportadores de cobre, gas y produtos agrícolas de la selva cusqueña. Los cusqueños son buena gente, pero existen pequeños grupos que por motivos políticos satanizan la inversión extranjera. En general los cusqueños se sienten invadidos y utilizados por las invesiones que llegan de Lima o el extranjero. El dueño de un restaurante señala: "La envidia es algo natural aquí. Al cusqueño no le molesta que se haga algo en la ciudad, y si se hace ràpido, peor aún. Hay una excesiva pasividad y cuando ven que viene gente con otra actitud y más empuje, sienten un recelo fuerte."

Quizás una de las causas de este problema radica en cómo las compañías que llegan al Cusco manejan su comunicación con las comunidades y cómo se relacionan con ellas. Además la población quiere que la inversión de las compañías se traduzca en beneficios tangibles, en una posta médica o un colegio.

Es claro que para solucionar este problema el Gobierno debe prevenir confictos y comunicar a la población los beneficios de atraer inversión. Cusco es un diamante listo para ser pulido cuanto antes.

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